La IA puede detectar la osteoartritis ocho años antes que los rayos X: investigación – India

La IA puede detectar la osteoartritis ocho años antes que los rayos X: investigación – India
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Fuente de la imagen: GOOGLE La IA detecta la artrosis 8 años antes que los rayos X

Un estudio reciente sugiere que un análisis de sangre básico podría tener la capacidad de identificar la osteoartritis de rodilla en personas que aún no han mostrado ningún síntoma. Según los científicos, esta detección podría ocurrir hasta ocho años antes de que los cambios en sus huesos se hagan evidentes en una radiografía.

En esta investigación, los científicos examinaron las muestras de sangre de 200 mujeres blancas que inicialmente no mostraban signos de osteoartritis y se consideraban de “bajo riesgo” de desarrollar la afección basándose en factores de riesgo tradicionales como lesiones o cirugías previas en la rodilla.

Utilizando la nueva prueba, que se centró en analizar las proteínas presentes en el torrente sanguíneo para predecir el riesgo de los individuos, los investigadores evaluaron a los mismos participantes. Descubrieron que la probabilidad de que una persona contraiga osteoartritis de rodilla en diez años podría predecirse con precisión utilizando sólo seis proteínas transmitidas por la sangre. Este descubrimiento fue detallado en un estudio publicado en la revista Science Advances.

En ciertos casos, la prueba tiene el potencial de pronosticar la enfermedad ocho años antes de los signos visibles en una radiografía, lo que marca un avance notable dado que los rayos X son actualmente la principal herramienta de diagnóstico para la osteoartritis. Los investigadores enfatizan la importancia de la detección temprana y destacan que, si bien no existe una cura para la afección, existen estrategias preventivas para desacelerar su avance. Estas estrategias implican ajustes en el estilo de vida, como participar en actividades físicas de bajo impacto, controlar el peso y utilizar medicamentos para aliviar los síntomas.

La Dra. Virginia Byers Kraus, autora principal del estudio y profesora de medicina en la Universidad de Duke en Carolina del Norte, sugiere que identificar la osteoartritis antes podría servir como una “llamada de atención” para que las personas adopten terapias preventivas. Estas medidas podrían prevenir potencialmente la aparición de complicaciones posteriores como dolor, discapacidad y la necesidad de cirugías de reemplazo de articulaciones.

En el futuro, los resultados de la investigación pueden contribuir al desarrollo de mejores tratamientos preventivos para la osteoartritis. El Dr. Kraus especula que estos tratamientos podrían apuntar a proteínas específicas del torrente sanguíneo que están relacionadas con la enfermedad, ofreciendo opciones de prevención más efectivas.

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La osteoartritis, que afecta a más de 32,5 millones de adultos en los Estados Unidos, es el tipo de artritis más prevalente. Originalmente denominado como resultado del “desgaste”, surge cuando el cartílago de una articulación, que generalmente se encuentra en las manos, caderas y rodillas, se deteriora. En consecuencia, esta rotura provoca alteraciones en el hueso subyacente, provocando sensaciones de dolor, rigidez e hinchazón.

Sin embargo, la evidencia emergente ahora indica que la inflamación juega un papel crucial en impulsar el deterioro de las articulaciones observado en la osteoartritis. Esto sugiere la existencia potencial de “biomarcadores”, indicadores mensurables dentro del cuerpo, que podrían indicar la aparición de la enfermedad mucho antes de que se detecte el daño estructural mediante rayos X.

En el estudio reciente, Kraus y su equipo examinaron dos conjuntos de muestras de sangre de un grupo bien establecido de mujeres blancas de mediana edad en el Reino Unido. Estas mujeres han sido evaluadas periódicamente para detectar osteoartritis desde 1989. De este grupo, se seleccionaron 200 mujeres en función de su edad e índice de masa corporal (IMC). Durante un período de 10 años, a la mitad de estas mujeres se les diagnosticó osteoartritis, mientras que la otra mitad no se vio afectada.

Utilizando inteligencia artificial, los investigadores identificaron seis proteínas en las muestras de sangre que parecían indicar la probabilidad de desarrollar osteoartritis. Estas muestras de sangre se recolectaron ocho o cuatro años antes de que a los individuos se les diagnosticara la afección. Las proteínas identificadas están asociadas con el desencadenamiento de la inflamación y participan en la hemostasia, que es una etapa inicial en la respuesta del cuerpo a una lesión.

Para evaluar la precisión de la prueba, el equipo empleó una medida estadística conocida como área bajo la curva (AUC). Un valor de AUC igual o inferior al 50 % sugiere que la prueba no puede distinguir eficazmente entre personas con y sin la enfermedad. Un valor superior al 70% se considera rendimiento “aceptable”, mientras que cualquier valor superior al 80% se considera “excelente”. En este estudio, las seis proteínas produjeron un AUC del 77%. Esto es notablemente mayor en comparación con las predicciones basadas únicamente en la edad y el IMC (alrededor del 50%) o el dolor de rodilla (aproximadamente el 57%).

Según Kraus, la implementación de esta prueba en las clínicas no es inminente, a pesar de los resultados iniciales prometedores. El equipo de investigación ahora se enfrenta a la tarea de determinar si estos resultados pueden reproducirse en hombres e individuos de diversos orígenes étnicos. La osteoartritis es más frecuente en mujeres, especialmente después de los 50 años.

Kraus mencionó que después de esto, podrían haber posibles ensayos clínicos para nuevos tratamientos. Estos biomarcadores podrían servir como indicadores para evaluar si medicamentos específicos pueden detener la progresión de la osteoartritis. Si estos ensayos resultan exitosos en modelos animales, los medicamentos podrían someterse a pruebas en individuos con riesgo de desarrollar la afección.

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