Escuela primaria de Bütschwil / Illiz Architecture

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Descripción textual proporcionada por los arquitectos. El municipio de Bütschwil-Ganterschwil se encuentra en el corazón de la región suiza de Toggenburg. Una vez conocida por su industria textil, hoy sus pueblos rurales, cerca de Wil y St. Gallen, atraen un flujo constante de nuevos residentes, los más jóvenes de los cuales necesitan cada vez más espacio escolar. Para satisfacer esta demanda, en 2021 se completó la ampliación de la escuela primaria de Bütschwil.

Presentando una fachada de madera atemporal a la escuela existente, este nuevo edificio de dos pisos, ligeramente apartado de Mittendorfstrasse, se integra sin esfuerzo en el complejo, con un lado largo siguiendo la línea de la calle como el antiguo pabellón de deportes. Se ha continuado el recorrido de acceso por el lado sur del colegio tanto en orientación como en materialidad. Los adoquines guían a los alumnos desde el espacioso patio de juegos al otro lado de la calle hasta el nuevo patio del edificio escolar revestido de madera. Además de mantener las distancias cortas, el pavimento actúa como una medida para calmar el tráfico en la calle y conecta la nueva estructura independiente con el resto de la escuela.

La inteligente ubicación del edificio y sus cuatro volúmenes que sobresalen suavemente crean una serie de espacios exteriores diferentes: al este, una zona de juegos protegida de la calle; al suroeste un pequeño patio para los visitantes, que esperan y juegan. Las dimensiones de este espacio se han mantenido intencionalmente pequeñas para acentuar la entrada principal a través del edificio de la antigua escuela. Al noroeste del nuevo edificio, se puede acceder fácilmente a un amplio estacionamiento para el personal desde todas las partes de la escuela.

Los visitantes grandes y pequeños ingresan al edificio a través de una abertura en forma de puerta en la nueva fachada de madera al final del camino de conexión, la forma simple de la construcción híbrida compacta va tomando forma a medida que se acercan. El edificio está revestido por todos sus lados con un suave patrón rítmico de listones de madera verticales, y el uso de tiras más finas marca la transición del suelo al piso superior. La apertura de la fachada en la planta baja conduce a un espacio al aire libre que brinda refugio del viento, la lluvia y el sol durante los descansos y funciona como un aula amplia y luminosa. Los nichos abiertos para sentarse ofrecen lugares populares para la observación y el retiro, asegurando que el tiempo antes de que los alumnos entren al edificio se caracterice tanto por la reflexión tranquila como por los intercambios de charlas y el alboroto que preceden al día escolar.

Los niños pasan desde el espacio exterior cubierto a través de una gran puerta de vidrio hacia un vestíbulo de dos pisos. Ante ellos se eleva una escalera abierta con atractivas barandillas de paneles acústicos perforados de color bronce que reducen el ruido. La escalera está rodeada de amplios pasillos que conducen a las ocho habitaciones utilizadas por los niños. Un tragaluz sobre las escaleras proporciona luz ambiental al espacio central. El vestíbulo con sus dos zonas de guardarropa está acabado en hormigón visto con zócalo continuo y una combinación de puertas de madera y madera acristalada. Este último ofrece vistas a las aulas revestidas de madera que están dispuestas en las esquinas del edificio en ambas plantas. Estas “cámaras de madera” parecen conectarse literalmente al sólido núcleo de hormigón del edificio.

La disposición en forma de abanico de las salas principales funcionalmente neutras y la división resultante del edificio en cuatro volúmenes separados crean una planta en forma de trébol. Las propias hojas, ligeramente desplazadas hacia afuera, miran hacia afuera y dejan pasar la luz por ambos lados y brindan la oportunidad de una ventilación transversal natural, eliminando la necesidad de un sistema de ventilación controlado. Los alféizares bajos en las grandes aberturas invitan incluso a los niños más pequeños a observar su entorno y también pueden utilizarse para pintar y otras actividades artesanales. Los árboles grandes y maduros se han incorporado cuidadosamente a la nueva arquitectura y proporcionan una valiosa sombra. Las aulas están completamente revestidas de pino suizo y suelos de fresno. La omnipresencia de la madera sólo se ve rota por las ventanas, que ofrecen vistas tanto al exterior como al interior del edificio, revelando la llegada de los compañeros.

En la interfaz entre el interior y el exterior, donde el núcleo duro del edificio se encuentra con las aulas suaves y cálidas, la escuela primaria Bütschwil ofrece variedad espacial y tiene un aire naturalmente tranquilo que ofrece inspiración y aliento a sus jóvenes alumnos.