Israel afirma que está reabriendo el principal punto de cruce para que la ayuda humanitaria ingrese a la Franja de Gaza mientras su ejército lanzaba nuevos ataques en todo el territorio palestino y estaba construyendo su ofensiva en el sur de Rafah a pesar de las conversaciones en curso para un alto el fuego.
El cruce de Karem Abu Salem, conocido como Kerem Shalom por los israelíes, fue tomado por las fuerzas israelíes y cerrado después de que un ataque con cohetes palestinos matara a cuatro de sus soldados. A pesar de señalar la apertura de la vital frontera en Rafah, en la frontera con Egipto, los camiones de ayuda aún no habían comenzado a ingresar al enclave el miércoles.
Los tanques israelíes tomaron el martes el control del lado palestino del cruce de Rafah, cortando el suministro de ayuda crucial e impidiendo que los heridos salieran, después de lanzar una incursión militar en la ciudad el lunes, ordenando la evacuación de 400.000 personas del populoso sector oriental o afrontar la muerte.
Desde entonces, decenas de palestinos han resultado muertos y heridos. El hospital kuwaití, uno de los pocos centros de salud que aún funcionan en Rafah, ha recibido los cadáveres de 35 personas y 129 heridos, dijeron fuentes médicas a Al Jazeera. Las familias, muchas de ellas ya desplazadas varias veces, se están trasladando ahora a Deir el-Balah, en el centro de Gaza, a pesar de que no existe ningún lugar seguro en el enclave.
“No se puede crear una zona segura en una zona de guerra”, dijo Hani Mahmoud de Al Jazeera, informando desde Deir el-Balah. “Cada vez que las personas se mudan de un lugar a otro, buscan necesidades básicas y… necesidades que se están volviendo muy difíciles de encontrar en este momento”.
Los ataques del miércoles se centraron principalmente en el barrio de as-Salam en el este de Rafah. El hospital Al-Najjar, el principal centro de tratamiento de la zona, se vio obligado a cerrar después de que el personal fuera evacuado por temor a una incursión inminente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, uno de los principales mediadores internacionales junto con Egipto y Estados Unidos, advirtió que el desplazamiento forzoso de civiles de Rafah por parte de Israel constituiría una grave violación del derecho internacional y exacerbaría la creciente crisis humanitaria en la Franja.
En un comunicado, también pidió una “acción internacional urgente” para “evitar la invasión de la ciudad y la comisión de un genocidio, y proporcionar protección total a los civiles de conformidad con el derecho internacional y el derecho internacional humanitario”.
-Los medios egipcios informaron el miércoles que las conversaciones de tregua se habían reanudado en El Cairo con “todas las partes presentes”.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que un ataque a gran escala contra Rafah sería una “catástrofe humana”, mientras que la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF, advirtió que una incursión terrestre en Rafah plantearía riesgos catastróficos para los niños.
“Rafah es ahora una ciudad de niños que no tienen ningún lugar seguro adonde ir en Gaza. Si comienzan operaciones militares a gran escala, los niños no sólo correrán el riesgo de sufrir la violencia, sino también el caos y el pánico, y en un momento en el que sus estados físicos y mentales ya están debilitados”, afirmó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
El Ministerio de Salud de Gaza condenó la toma del cruce de Rafah por parte de Israel, que ahora controla todas las fronteras del enclave.
“El cierre de la frontera de Rafah ha impedido la entrada de camiones que transportaban medicamentos, equipos médicos y combustible necesario para los hospitales y ha impedido la salida de miles de heridos y pacientes que esperaban para viajar”, afirmó un portavoz.
El ministerio dijo que al menos 46 pacientes y heridos que tenían previsto partir el martes para recibir tratamiento médico quedaron varados: pacientes como Lama Abu Holi, una niña palestina de ocho años.
“Me duelen las piernas. Se supone que tengo que operarme. Como el cruce fronterizo está cerrado hoy, no pude viajar”, dijo a Al Jazeera.
La amenaza de un ataque a gran escala contra Rafah amenaza con ampliar una brecha entre Israel y su principal patrocinador, Estados Unidos, que detuvo un envío de armas a Israel la semana pasada.
