Neuralink Corp., la empresa de tecnología cerebral fundada por Elon Musk, encontró un obstáculo importante cuando su primer implante humano experimentó problemas mecánicos. Después de la cirugía en enero, el dispositivo implantado en el paciente Noland Arbaugh comenzó a mostrar signos de mal funcionamiento, con algunos de los hilos incrustados de electrodos retrayéndose del tejido cerebral, dijo la compañía en una publicación reciente en el blog.
El mal funcionamiento comprometió la funcionalidad del dispositivo, lo que requirió que Neuralink implementara una serie de correcciones de software para corregir el problema. El Wall Street Journal fue el primero en informar del incidente.
Neuralink mencionó que estos ajustes de software ayudaron a mejorar el rendimiento del dispositivo, lo que en última instancia condujo a “una mejora rápida y sostenida que ahora ha superado el rendimiento inicial de Noland”.
Actualmente, Neuralink se centra en mejorar la entrada de texto y el control del cursor para su interfaz cerebro-computadora, con planes a largo plazo para controlar dispositivos físicos como brazos robóticos y sillas de ruedas. Sin embargo, este reciente mal funcionamiento ha generado preocupación dentro de la comunidad de implantes cerebrales.
Los expertos sugieren que la complicación podría estar relacionada con el diseño único de Neuralink, donde los hilos con electrodos se conectan a un dispositivo ubicado dentro del hueso del cráneo en lugar de en la superficie del tejido cerebral. Eric Leuthardt, neurocirujano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, señaló que incluso los movimientos menores de la cabeza podrían causar un desplazamiento significativo dentro del cerebro. Explicó que los implantes cerebrales tradicionalmente descansan sobre el tejido cerebral, lo que les permite moverse con mayor fluidez con los movimientos naturales del cerebro.
Matt Angle, director ejecutivo del competidor de implantes cerebrales Paradromics Inc., señaló que la retracción de los hilos es inusual para los implantes cerebrales, lo que sugiere que este enfoque de diseño puede requerir un mayor refinamiento. Las pruebas preclínicas de Neuralink se realizaron en animales con cerebros más pequeños, lo que podría haber influido en la estabilidad observada, añadió Leuthardt.
El momento de este mal funcionamiento podría afectar los planes de Neuralink para ensayos en humanos más amplios, lo que podría causar retrasos en la obtención de la aprobación de la FDA. A pesar de estos reveses, la empresa sigue comprometida con el avance de su tecnología y la ampliación de su investigación sobre interfaces cerebro-computadora para una gama más amplia de aplicaciones.
(Con aportes de Bloomberg)
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