Casa Verde / Richaud Arquitectura

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Descripción textual proporcionada por los arquitectos. Casa Verde está ubicada en el recinto amurallado de la Ciudad de San Francisco de Campeche, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Esta casa colonial rescatada tiene un terreno de 2906.26 m2 con construcción en dos plantas de 2852.44 m2. El nombre procede del color original de la fachada, que el cliente quería conservar. Los colores de las casas de esta zona son previamente designados por el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), y aunque pueden cambiarse, están sujetos a una paleta de colores específica y a su aprobación. Las dos primeras crujías de la casa se encontraban en perfecto estado, donde se conservaron las vigas de madera originales y sólo se sustituyeron algunas de las viguetas intermedias.

Al igual que los techos que se conservaron en la preexistencia que data del siglo XVIII, en los dos primeros tramos también se conservan los pisos de pasta originales, destacándose por sus coloridos diseños y estampados. Todos los muros de esta zona están íntegramente restaurados con una mezcla a base de oxical con acabado natural sin pintar, en primera instancia para evitar el deterioro de los muros de mampostería originales y ayudarles a transpirar la humedad, y en segunda instancia, el natural. El acabado genera una paleta de colores neutros que mitiga y contrasta con los coloridos pisos de pasta originales. El tercer tramo fue modificado para crear la transición entre la preexistencia que llamaremos monumento y el nuevo anexo contemporáneo.

La transición se produce en dos momentos; La primera es a través de la cocina que conecta con la gran área social, la cual está contenida en un vano de techos bajos pero originales, por lo que se decidió conservarlos. Se reemplazan los pisos de pasta originales por unos nuevos de color verde alusivos al nombre de la casa y lisos sin estampados, esto es para generar una transición entre el anexo con pisos de cemento pulido blanco y los pisos de pasta originales de la zona del monumento. La segunda transición es a través de un pórtico ajardinado que conecta con un gran cuerpo de agua segmentado, que sirve como pasillo contenido entre muros de mampostería vista y actúa como un oasis natural que gestiona el vínculo entre el dormitorio principal y la piscina del área social y que fluye a lo largo del jardín.

El Anexo, que sirve como una gran área social, recupera la escala de las grandes casonas coloniales de la época, recuperando la altura de poco más de 4.0556 m2 de altura en los espacios de mayor escala de la preexistencia y generando una serie de pórticos. que aluden a los patios centrales de la época generados por portales. La elección monocromática en todos los acabados del anexo, utilizando concreto blanco, pastas cementadas y chukum, se optó por contrastar los coloridos pisos de la preexistencia, pero al mismo tiempo imitan los muros interiores a base de oxical. Era muy importante marcar con muro de mampostería vista la demarcación entre el monumento y el anexo contemporáneo y así poder identificar los dos momentos.

Para acceder a los dormitorios secundarios es necesario recorrer las diferentes escalas espaciales de la casa, así como sus momentos históricos, una transición visualmente perceptible de principio a fin desde el acceso a la primera crujía. Las escaleras monolíticas de caracol de hormigón, inspiradas en la obra del Arquitecto Juan O’Gorman, nos dan acceso a los dormitorios donde se refleja el mismo diseño monocromático del anexo social y el enfoque de casa vacacional. Rescatar el ayer y fusionarnos con el ahora, respetando la memoria de una Ciudad que cuenta su historia en sus calles y casas.